...Continua la història-Taller d'expressió escrita...
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Mira la puerta, la golpean otra vez y otra....
NO ESTÁS SOLA Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Ramona: ¿Quién es? Narrador: Nadie contestaba, Ramona pensó que era producto de su imaginación y que en realidad nadie o nada había picado en su puerta, pero de repente se escuchó otra vez el mismo ruido. Ramona: ¿Quién es? Si quieres pasar la puerta está abierta. Narrador: Nadie respondió, nadie entro, así que Ramona se levantó para averiguar quién golpeaba la puerta. (Ramona abre la puerta) Ramona: ¡Oh! ¡Un perrito! Era el que con la cola hacia ruido. Qué bonito que es. Narrador: Ramona se quedó con el perrito que le llamo Itaco. Ramona al cabo de un rato se dio cuenta que el perro llevaba algo colgando en el collar. Ramona: ¿Itaco que es eso que llevas en el collar? ¡Anda es una carta! Narrador: Ramona abrió la carta i empezó a leer en voz alta. Ramona: Primero de todo por quien este leyendo esta carta que sepa que no está solo en el mundo. Me llamo Mateo y este es mi perro. Me encuentro en una casa de la Calle 75. Narrador: Ramona muy decidida se fue en busca de Mateo. Ramona: ¡Mateo! ¡Mateo! Narrador: De repente se escuchó una voz. Mateo: ¡Quiero morir, estoy solo y mi perro lleva 60 días desaparecido buscando supervivientes! Narrador: Ramona al oír una voz de chico pensó que debía ser Mateo. Ramona: ¡Mateo, Mateo te encontré! Narrador: Ramona al llegar se dio una sorpresa, Mateo estaba muerto.
AISLADOS Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Sin pensar, se acerca a ella, como ha hecho millones de veces al largo de su vida y alza la mano para abrirla. Pero se acuerda, está sola en el mundo, no hay nadie vivo que puede venir a golpear su puerta. O quizás sí. Tal vez haya más supervivientes a demás de ella, pero no puede estar segura. A lo mejor, no es una persona viva la que está en el otro lado de la puerta. Otro golpe en la puerta le vuelve a la realidad, esta persona, si es que es una persona, sabe que ella está dentro. ¿Qué hacer, abrir, esconderse? Pero no, ella se queda plantada a un metro de la puerta, con la mano extendida hacia ella, la mente en blanco. Otro golpe, seguido de otro. ¿Qué quieren? Muy lentamente se acerca a la ventana y mira hacia fuera, no se ve nada. Otro golpe. Este último le ha hecho darse cuenta de su situación, está sola, nadie lo puede cambiar, tampoco estos golpes que alguien está dando en su puerta. Se sienten tres golpes más, y ahora, se comienza a molestar. Súbitamente, salta hacia la puerta y la abre. No era lo que se esperaba. Ella se esperaba ver un extraterrestre verde y con tres ojos en sus antenas. Pero no, no es eso, es un chico de unos diez años, con los ojos grandes de miedo. Tiene la mejilla mojada de lágrimas. “Yo también he sobrevivido.” Le dice el niño con voz asustada. La mujer lo deja pasar y se asientan en el sofá. Durante una largo tiempo se están sin decir palabra, los dos mirando al horizonte. Al final los dos se miran y la mujer dice: “No estamos solos.”
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo, todos los otros seres han muerto a causa de una inmensa erupción volcánica, la erupción tuvo lugar al norte de Francia el 20 de enero de 1984 cuando la tierra se sacudió y unos minutos después empezó a deslizarse lava por todas partes, la mujer vivía en medio del bosque y cada fin de semana iba al pueblo a comprar comida o ropa para pasar la semana, la mujer al levantarse por la mañana noto como la tierra se movía pero no le dio más importancia porque en el lugar donde vivía notaba sacudidas a menudo, pero el día siguiente cuando se fue al mercado, al llegar al pueblo lo encontró todo en ruinas como si hubiera pasado un huracán la noche antes, lo primero que se le paso por la cabeza fue si habría algún superviviente de aquella catástrofe. La mujer al ver que no había nadie en el pueblo se fue corriendo hacia su casa y encendió la radio y la televisión para ver qué había ocurrido pero desgraciadamente no funcionaban, eso le hizo pensar que no había ningún superviviente en todo el mundo. Al ver que no había nadie en el mundo se le pasaron un montón de preguntas por la cabeza, con la que reflexiono más tiempo era como iba a sobrevivir pero justo en este momento volvió al pueblo y entro en las casas que no estaban del todo en ruinas y cogió toda la comida que encontró, se fue otra vez hacia la casa al medio del bosque y se sentó en el sofá a comer un bocadillo de queso pero justo en este momento sintió como alguien golpeaba a la puerta. Al acercarse hacia la puerta descubrió que era solo el viento.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. - ¿Quién anda ahí? ¿Qué queréis? – dijo la mujer-. - ¡Ayuda, abridme! Yo también eh sobrevivido, por favor ábreme la puerta. – dijo una voz con miedo-.
La mujer fue a buscar la escopeta i con mucha prudencia fue a abrir la puerta, cuando abrió se encontró a un joven de unos 25 años, era alto y no muy atractivo, iba con la ropa estropeada y tenía manchas de sangre. Estaba llorando y tenía cara de miedo:
- ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Cómo es que sobreviviste al virus? – dijo la mujer sorprendida, ya que era la primera vez que veía otro ser humano después de virus que mato toda la población. - Soy Joselito Armando, he estado viviendo desde la catástrofe en una casa a dos pueblos de aquí, pero hace una semana me atacaron, eran como zombis y tuve que escaparme, hace días que corro. Y supongo que como tú, no sé porque me salve. - Ah vale ya se, a mí una vez también me atacaron. Entra rápido tenemos que coger todas la armas e ir a matar a los zombis, el otro día mate uno y tengo el cadáver del zombi en un subterráneo y cada día es un poco más humano, Supongo que al final será el hombre que era antes del virus, es la única manera de repoblar el mundo, la gente se ha vuelto zombi por culpa del virus.
Los dos cogieron toda sus armas y mataron a muchos zombis, ya que no eran muy difíciles de matar, y los iban guardando todos en el subterráneo porqué se convirtieran en las personas que eran antes hasta que eran tanta gente que pudieron matar todo los zombis y empezar a reconstruir la Tierra. Los científicos también consiguieron inhabilitar el virus.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los seres han muerto. Golpean a la puerta.
Narrador: Cristina se levanta del sofá, y para la puerta con un cuchillo en las manos por si acaso. Esta nerviosa, y muerta de miedo, no sabe quién puede ser, todos están muertos. Cristina: ¿Quién es? Hombre: Hola, he visto el humo salir de tu casa y he pensado que tal vez si había algún superviviente aparte de mí. Abra por favor, llevo días sin comer. Cristina: Como sé que usted es bueno, no puedo fiarme, no sé si me va a matar. Hombre: Me llamo Mateo, y tranquila no la matare, aunque usted cree que esto lo hizo alguien. Cristina: No lo sé Mateo, puede ser, aunque no creo porque si no ¿porque usted y yo estamos vivos? Mateo: Eso también lo he pensado, no se es todo muy raro. Cristina: Espera te abriré la puerta, por cierto mi nombre es Cristina. Narrador: Mateo entra en la casa, y se dirigen a la cocina, de pronto Mateo coge un cuchillo sin que Cristina lo vea. Cristina: ¿Quieres algo de beber? Mateo: Si, un vaso de agua estará bien. Narrador: Cristina se gira para coger el vaso, y Mateo aprovecha y le clava el chuchillo por el corazón. Cristina a lo fondo escucha como si alguien la llamara. De pronto empieza a abrir los ojos. Mujer: ¿Cristina porque gritabas? ¿Otra pesadilla? Cristina: Si, eso parece mama, perdón por asustarte.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta y en ese momento intuye que algo malo sucederá. Pensó que a lo mejor era el viento, pero no era así, miró por la ventana y vio que no hacia viento, las ramas de los arboles estaban paralizadas como si se hubiera parado el tiempo. Después de mucho insistir los golpes de la puerta pararon de golpe. Después de formularse tantas preguntas decidió abrir la puerta. Ilusión, miedo, sorpresa todo le sucedía mientas abría la puerta, pero por desgracia no había nadie solo un pajarito amarillo y blanco que picoteaba la puerta.
La mujer se quedó con el pájaro y salía a dar vueltas y a mujer no estaba tan sola. Pero un día el pájaro no volvía, la mujer estaba preocupada pero al fin una hora más tarde llego pero no llego solo, llego con una persona... esa persona era un chico pequeño con las mejillas rojas y muerto de hambre. La mujer le dijo que entrase en casa que ella tenía comida. Por mala suerte el niño estaba muy mal y se desplomó al suelo. La mujer supo que debía hacer mucho que no comía así que lo puso en una cama y en la frente le puso un pañuelo blanco con agua, el niño abrió los ojos y la mujer le dio sopa. Ese niño como ella estaban solos en el mundo por mala suerte pero la mujer no entendía porque lo estaba, todo era muy extraño. De golpe después de dejar al niño dormir sintió un ruido muy fuerte, no sabía de donde procedía, pero no paraba. Todo se volvió negro oscuro como el carbón y después se hizo la luz. Estaba en una habitación, en la cama. La mujer desconcertada se levanto de la cama y miro por la ventana, no era posible, había gente, el frutero vendiendo la fruta como cada mañana, la gente que llega tarde al trabajo, todo había sido un sueño.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la Puerta. La mujer no sabe qué hacer y unos segundos después vuelven a llamar a la puerta. La mujer indecisa se levanta y se dirige a abrir la puerta. Con miedo abre la puerta y una silueta de un ser verde y bajo se le aparece delante suya. El ser se presenta diciendo su nombre i la mujer aterrorizada y tartamudeando le dice el suyo. El ser llamado Xric le cuenta a la mujer, llamada Carmen, que viene de un planeta muy lejano, en ese planeta están en contra de la contaminación. Todo lo que hay en ese lugar está fabricado sin contaminar. Xric le cuenta a Carmen que han sido ellos los que han exterminado todos los habitantes del planeta porqué hace años se dieron cuenta que la contaminación acabaría con los habitantes de todo el mundo, así que en el planeta de Xric decidieron acabar con la Tierra antes de que la contaminación lo hiciera. Carmen tartamudeando le pregunta a Xric qué porqué a ella no le han exterminado como lo hicieron con el resto de la población. Xric le contesta que ella es la mujer que contaminan menos del planeta Tierra. Carmen no sabe qué decir. Xric le da dos opciones, una es quedarse sola en la Tierra hasta que la contaminación acabe con ella y la otra es que Xric se lleve a Carmen a su planeta para vivir allí y ayudar al rey a hacer las tareas para no contaminar. Carmen se queda unos segundos paralizada y de repente le dice a Xric que se va a su planeta. Xric con una sonrisa en la cara la acompaña a hacer la maleta. Xric le comenta a Carmen que el viaje es un poco largo, entre una semana y dos. Pero a Carmen no le supone ningún problema y los dos cogen la bicicleta y se dirigen al aeropuerto, dónde Xric tenía el cohete aparcado.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. En un primer momento se sorprende, pero también se alegra. Se le dibuja una sonrisa en la cara. Le vienen a la mente mil y un recuerdos de cuando el mundo estaba habitado, de cuando tenía amigos y amigas, de las tardes con su familia, de su gato, de su perro e incluso de aquel chico que le hacía la vida imposible. Siente nostalgia por aquella vida.
Está indecisa por descubrir quién puede ser, así que decide ir a mirar lo que puede haber detrás de la puerta. La abre y no hay nada ni nadie. Se le va su preciosa sonrisa de la cara y su rostro se vuelve más vulnerable. Esto le hace sentir aún más sola en este inmenso mundo, en esta vida, en su vida.
Se vuelve a sentar en su vieja y verde butaca. Se vuelve a repetir el mismo ruido dos veces seguidas. Esta vez, ya enfadada, va a abrir la puerta decidida. Se sorprende. ¿De dónde puede haber salido este trozo de papel que acaba de caer justo delante de la puerta? Increíble. Alucinante. No entiende nada de nada.
Decide abrirlo. Pero hace un paso atrás y no lo hace. Y así de insegura durante repetidas veces, hasta que a la de diez, se decide definitivamente. Descubre que es un escrito. Se lo lee de arriba a abajo. Pero no solo una vez, sino cuatro veces.
Intenta contener las lágrimas, pero estas la traicionan y deslizan por su desgastada piel. Por la piel que nunca ha cuidado, por el cuerpo que nunca ha arreglado, por la vida que nunca ha organizado. Y es que está sola por su culpa. No es ella la que está viva. Es todo el mundo que está vivo. Es ella la que está en un pozo oscuro en el que no ve una salida. Es ella la que debe revivir. Revivir entre los demás.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Mira la puerta, la golpean otra vez y otra.
Sin saber que puede ser o quién puede ser, mira por la mirilla, no ve nada, nadie. Vuelve a sentarse al sillón, se apoya en el respalde, se acomoda e intenta cerrar los ojos y desconectar. Golpean, suena otra vez. No va. Se queda mirando, con la cabeza girada, con una expresión de enfado.
Al final va, abre la puerta y siente todo y nada a la vez. Siente el viento que le roza por la cara y le hace despeinar el pelo. Se quita la mecha que le cae por sobre el ojo derecho y va directamente a la boca. Cierra los ojos, deja que el viento le pase por la cara, que le levante su vestido floral.
Baja tres escalones que salen de la puerta principal de la casa, queda al miedo de una calle, pequeña y acogedora. Empieza a girar haciendo volear su vestido, siente felicidad a la vez. Se para, le cae una lágrima, con el pulgar se la quita, queda limpia. Vuelve a girar, se siente la mujer más feliz del mundo hasta que se cansa.
Sentada otra vez en el sillón se mira las manos y ve palabras apuntadas, como si algún ser se las hubiera apuntado. Agita la cabeza y piensa que todo eso es un sueño. No se las mira más.
Dormida, puede recordar aquellas imágenes, cuando su vestido voleaba, una sonrisa en la cara le aparece.
LA CARTA DEL DESTINO Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. La mujer se asusta y sale disparada hacia la puerta. Mira por uno de los agujeros y de repente ve que es una marciano, ella se hace pasar por muerta no quiere que nadie la descubra. El marciano se cansa de esperar y deja una nota: Señorita usted es la única persona humana que vive en el planeta. Firmado: el destino La señorita al ver la carta se quedó paralizada durante unos segundos, pero no le dio importancia. Al día siguiente vuelven a golpear la puerta, otra vez el marciano, la mujer se preguntó que quería y él por no esperar volvió a dejar otra carta: Querida señorita nosotros hicimos desaparecer toda su raza... Firmado: el destino La señora como siempre no le dio importancia, pero cuando el siguiente día vio otra carta se extrañó y empezó a asustarse. La carta decía... Buenas tardes ya sé que existes y sé que también te has leído todas mis cartas pero eso no importa, nada más queremos darte las gracias porque eres la elegida para ser nuestra capitana y que de aquí dos días todo volverá a ser igual. Nos has demostrado que podemos confiar en ti.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta, pero ella no le da importancia; se escuchan golpes más fuertes, pero sigue sin inmutarse; y se escuchan otra vez, y otra, y otra...
La verdad es que no le da igual quien haya detrás de la puerta, la verdad es que le da miedo, teme al exterior. Detrás de la puerta está el cruel mundo que la ha dejado sola; están todos sus compañeros, amigos y conocidos; muertos, pero están. La realidad la espera y la quiere engullir, pero ella se niega a aceptarlo, nadie ha llamado a la puerta, nadie la quiere ya, están todos muertos. Vuelve a escuchar golpes y, aun que en realidad sabe que solo es su imaginación, se siente ansiosa por abrir la puerta.
No la abre, sabe que al hacerlo se convertirá en una más del mundo de afuera, se convertirá en un “muerto” más dentro de la sociedad que la rodea, la muerte es quien la espera detrás de la puerta, la muerte de sus principios, la muerte de su alma y la muerte de su personalidad.
EL REENCUENTRO Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. - ¿Si? ¿Quién hay allí? Vuelven a golpear a la puerta. La mujer se levanta y va a ver quién hay. Abre la puerta y no encuentra a nadie allí. En cuando va a cerrar la puerta para ir a sentarse la puerta de la cocina se cierra sola, la mujer no vio cómo se cerraba, y volvió a su sitio otra vez. En cuando volvieron a golpear a la puerta la mujer se enfadó tanto que salió de la casa. Rodeó la casa para ver si había alguien por allí, pero en cuando volvió a la puerta la encontró cerrada allí fue cuando se asustó de verdad. Con las llaves a casa y la puerta cerrada, se encontró con una sombra, una sombra que parecía humana. La mujer se emocionó en ver que no era la única persona que había todo y que aún no sabía si era una persona o no. Giró toda la cabeza para ver si podría ver a la sombra que vio. Después de tanto buscar y de no encontrar a nadie se cansó que se fue a sentar a la pared de a fuera de su casa. Se levantó y encontró la puerta abierta y se encontró a su hombre estaba tan contenta que no quería hablar solo lo abrazaba y no decía nada, cuando pasó una semana se preguntó que qué estaba haciendo para que no se muriese como las otras personas. Él le explico que estaba de camino al trabajo cuando vio toda la gente caía al suelo sin motivo y dijo que se escapó corriendo a casa otra vez.
Piensa durante unos instantes que hará, pero finalmente decide abrir la puerta lentamente y armada con un simple palo de escoba. No hay nadie. Piensa que podría haber sido su imaginación, aun así, decide salir y buscar por los alrededores preguntando en vano si realmente hay alguien más. Se hace de noche y ella, exhausta, decide volver a su casa ya que nadie ha dado señales de vida, en su expedición, sólo ha encontrado cadáveres, no ha habido ni un ruido, la ciudad estaba inmersa en un silencio sepulcral, cosa que la asustaba. Al día siguiente decide coger el coche e ir a explorar los pueblos vecinos en busca de alguien con vida, pero no hay suerte; y se sienta en una acera ahogada en un mar de lágrimas y pensando en sus seres queridos, de los cuales aún no había asimilado la muerte ya que este caos se había producido pocos días antes; y lo recuerda, recuerda como en tan poco tiempo había perdido a tantos por culpa de un destello enorme, lo que le pareció un chasquido de los dioses que los castigaban por todos sus pecados, lo que ella no sabía era porque a ella no se la habían llevado también ni tampoco sabía si era la única que no había recibido este castigo divino. Sumergida en sus pensamientos no se dio cuenta de la tormenta que se avecinaba y tan pronto como le cayó la primera gota empezó a correr hacia el coche y no quitó el pie del acelerador hasta que llegó a su casa, tuvo que darse prisa porque desde que este caos empezó habían ocurrido muchos desastres naturales tales como tormentas de gran magnitud o inundaciones. Esa misma noche la pasó en vela acompañada tan sólo por un quinqué y su libro favorito, pensando que así podría sacar de su mente los recuerdos que la atormentaban, pero no fue así. La chica vio como por el horizonte emergían destellos de luz indicando la llegada de la mañana y después de mucho reflexionar tomó una decisión; no podía soportarlo más, y para remediarlo bajó a la cocina cogió un cuchillo y empuñándolo con fuerza lo clavó en su corazón, acabando así con su vida y acompañándola en su lecho de muerte un retrato familiar y, como de costumbre su libro favorito, ahora impregnado sangre y lágrimas.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Otra vez la misma pesadilla. No puede ser, ni una maldita noche tranquila. Se despierta llorando y con el corazón que le sale del pecho, se dirige hacia el baño y se lava la cara. Intenta no pensar en nada y vuelve a la cama. Desde la pérdida de su marido no ha parado de tener esta pesadilla. Se siente agotada, casanda de esta complicada situación en la que se encuentra; pero por encima de todo se siente muy sola. La vida le ha arrebatado esa pizca de felicidad que tenía, dejándole un vacío en el pecho que intenta rellenar de vicio. Finalmente decide que lo único que puede hacer es acabar con todo este dolor. Toma una pistola, y se pega un tiro en la sien. Fin del relato, y del dolor.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Esta mujer de golpe deja de escribir, ya que era lo único que podía hacer para pasar el rato, ya que no tenía electricidad y se quedó inmóvil durante unos segundos. Fue atemorizada a la puerta, con la escopeta ya cargada y no vio nada. De golpe, se escuchan a dos gatos pelear en la cocina, va corriendo a ver que hay, pero no había nada. La mujer estaba aterrorizada, se estaba volviendo loca. La puerta seguía abierta y la mujer escucha el claxon de un coche que se acercaba a toda velocidad, la mujer salió corriendo a la calle pero estaba todo silencioso y sin vida como siempre. La mujer atemorizada y desesperada, soltó un grito y se pegó un tiro.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Ella sorprendida, coge un bate de béisbol como precaución y se dirige a la puerta. El corazón le late con fuerza, y el pulso se le acelera, nerviosa abre la puerta y para su sorpresa se encuentra a un pequeño felino. Le abrió la puerta y le dio un trozo de pan y leche para que comiera un poco, había de tratar bien a su única compañía. La chica estaba desconcertada, sin saber dónde ir ni que hacer. Las noches se hacían duras horas de reflexión sobre cómo ha podido ser la única sobreviviente en toda la tragedia. Recuerda con claridad el 3 de Mayo de 2060, ese fue el último día, donde la rutina i la tranquilidad predominaba en la ciudad de Persa. Se levantó con prisa, mucha prisa porque Angy el robot que tenía como criada no tenía suficiente batería y no le pudo avisar de que llegaría tarde a su nuevo trabajo pero sinceramente la idea de ir tampoco la entusiasmaba mucho, el hecho de ser vigilante de las vías de transito no le gustaba mucho. Desde que introdujeron a Blap en el mercado de los vehículos el año 2055 ha sido una gran revolución. Justamente estaba en su nave aeronáutica preparado las micro capsulas de comida cuando oyó una grande explosión que le hico reaccionar como cualquier ciudadano, se fue a la cámara de seguridad y se encerró. Al cabo de 8 horas solares pararon las explosiones. Fueron ocho horas largas, duras y agotadoras. Se preguntó si alguien más habrá hecho lo mismo que ella. Por la noche estaba en el sofá contemplando la aterradora imagen de todas las naves destrozadas, todo estaba desierto y no había señales de vida. De repente el gato se fue y ella lo siguió. Lo codujo a un pequeño agujero de la azotea de su nave. El gato se introdujo y desapareció, ella lo cridaba sin obtener ni un solo ruido excepto su propia voz. Indecisa se introdujo en ese pequeño agujero. Pero eso, eso ya es otra aventura…
NO ESTÁS SOLA
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
Ramona: ¿Quién es?
Narrador: Nadie contestaba, Ramona pensó que era producto de su imaginación y que en realidad nadie o nada había picado en su puerta, pero de repente se escuchó otra vez el mismo ruido.
Ramona: ¿Quién es? Si quieres pasar la puerta está abierta.
Narrador: Nadie respondió, nadie entro, así que Ramona se levantó para averiguar quién golpeaba la puerta.
(Ramona abre la puerta)
Ramona: ¡Oh! ¡Un perrito! Era el que con la cola hacia ruido. Qué bonito que es.
Narrador: Ramona se quedó con el perrito que le llamo Itaco.
Ramona al cabo de un rato se dio cuenta que el perro llevaba algo colgando en el
collar.
Ramona: ¿Itaco que es eso que llevas en el collar? ¡Anda es una carta!
Narrador: Ramona abrió la carta i empezó a leer en voz alta.
Ramona: Primero de todo por quien este leyendo esta carta que sepa que no está solo en el mundo.
Me llamo Mateo y este es mi perro. Me encuentro en una casa de la Calle 75.
Narrador: Ramona muy decidida se fue en busca de Mateo.
Ramona: ¡Mateo! ¡Mateo!
Narrador: De repente se escuchó una voz.
Mateo: ¡Quiero morir, estoy solo y mi perro lleva 60 días desaparecido buscando supervivientes!
Narrador: Ramona al oír una voz de chico pensó que debía ser Mateo.
Ramona: ¡Mateo, Mateo te encontré!
Narrador: Ramona al llegar se dio una sorpresa, Mateo estaba muerto.
AISLADOS
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Sin pensar, se acerca a ella, como ha hecho millones de veces al largo de su vida y alza la mano para abrirla. Pero se acuerda, está sola en el mundo, no hay nadie vivo que puede venir a golpear su puerta. O quizás sí. Tal vez haya más supervivientes a demás de ella, pero no puede estar segura. A lo mejor, no es una persona viva la que está en el otro lado de la puerta.
Otro golpe en la puerta le vuelve a la realidad, esta persona, si es que es una persona, sabe que ella está dentro. ¿Qué hacer, abrir, esconderse? Pero no, ella se queda plantada a un metro de la puerta, con la mano extendida hacia ella, la mente en blanco.
Otro golpe, seguido de otro. ¿Qué quieren? Muy lentamente se acerca a la ventana y mira hacia fuera, no se ve nada. Otro golpe. Este último le ha hecho darse cuenta de su situación, está sola, nadie lo puede cambiar, tampoco estos golpes que alguien está dando en su puerta. Se sienten tres golpes más, y ahora, se comienza a molestar. Súbitamente, salta hacia la puerta y la abre. No era lo que se esperaba. Ella se esperaba ver un extraterrestre verde y con tres ojos en sus antenas.
Pero no, no es eso, es un chico de unos diez años, con los ojos grandes de miedo. Tiene la mejilla mojada de lágrimas.
“Yo también he sobrevivido.” Le dice el niño con voz asustada.
La mujer lo deja pasar y se asientan en el sofá. Durante una largo tiempo se están sin decir palabra, los dos mirando al horizonte. Al final los dos se miran y la mujer dice:
“No estamos solos.”
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo, todos los otros seres han muerto a causa de una inmensa erupción volcánica, la erupción tuvo lugar al norte de Francia el 20 de enero de 1984 cuando la tierra se sacudió y unos minutos después empezó a deslizarse lava por todas partes, la mujer vivía en medio del bosque y cada fin de semana iba al pueblo a comprar comida o ropa para pasar la semana, la mujer al levantarse por la mañana noto como la tierra se movía pero no le dio más importancia porque en el lugar donde vivía notaba sacudidas a menudo, pero el día siguiente cuando se fue al mercado, al llegar al pueblo lo encontró todo en ruinas como si hubiera pasado un huracán la noche antes, lo primero que se le paso por la cabeza fue si habría algún superviviente de aquella catástrofe.
ResponEliminaLa mujer al ver que no había nadie en el pueblo se fue corriendo hacia su casa y encendió la radio y la televisión para ver qué había ocurrido pero desgraciadamente no funcionaban, eso le hizo pensar que no había ningún superviviente en todo el mundo.
Al ver que no había nadie en el mundo se le pasaron un montón de preguntas por la cabeza, con la que reflexiono más tiempo era como iba a sobrevivir pero justo en este momento volvió al pueblo y entro en las casas que no estaban del todo en ruinas y cogió toda la comida que encontró, se fue otra vez hacia la casa al medio del bosque y se sentó en el sofá a comer un bocadillo de queso pero justo en este momento sintió como alguien golpeaba a la puerta. Al acercarse hacia la puerta descubrió que era solo el viento.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
ResponElimina- ¿Quién anda ahí? ¿Qué queréis? – dijo la mujer-.
- ¡Ayuda, abridme! Yo también eh sobrevivido, por favor ábreme la puerta. – dijo una voz con miedo-.
La mujer fue a buscar la escopeta i con mucha prudencia fue a abrir la puerta, cuando abrió se encontró a un joven de unos 25 años, era alto y no muy atractivo, iba con la ropa estropeada y tenía manchas de sangre. Estaba llorando y tenía cara de miedo:
- ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Cómo es que sobreviviste al virus? – dijo la mujer sorprendida, ya que era la primera vez que veía otro ser humano después de virus que mato toda la población.
- Soy Joselito Armando, he estado viviendo desde la catástrofe en una casa a dos pueblos de aquí, pero hace una semana me atacaron, eran como zombis y tuve que escaparme, hace días que corro. Y supongo que como tú, no sé porque me salve.
- Ah vale ya se, a mí una vez también me atacaron. Entra rápido tenemos que coger todas la armas e ir a matar a los zombis, el otro día mate uno y tengo el cadáver del zombi en un subterráneo y cada día es un poco más humano, Supongo que al final será el hombre que era antes del virus, es la única manera de repoblar el mundo, la gente se ha vuelto zombi por culpa del virus.
Los dos cogieron toda sus armas y mataron a muchos zombis, ya que no eran muy difíciles de matar, y los iban guardando todos en el subterráneo porqué se convirtieran en las personas que eran antes hasta que eran tanta gente que pudieron matar todo los zombis y empezar a reconstruir la Tierra. Los científicos también consiguieron inhabilitar el virus.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los seres han muerto. Golpean a la puerta.
Narrador: Cristina se levanta del sofá, y para la puerta con un cuchillo en las manos por si acaso. Esta nerviosa, y muerta de miedo, no sabe quién puede ser, todos están muertos.
Cristina: ¿Quién es?
Hombre: Hola, he visto el humo salir de tu casa y he pensado que tal vez si había algún superviviente aparte de mí. Abra por favor, llevo días sin comer.
Cristina: Como sé que usted es bueno, no puedo fiarme, no sé si me va a matar.
Hombre: Me llamo Mateo, y tranquila no la matare, aunque usted cree que esto lo hizo alguien.
Cristina: No lo sé Mateo, puede ser, aunque no creo porque si no ¿porque usted y yo estamos vivos?
Mateo: Eso también lo he pensado, no se es todo muy raro.
Cristina: Espera te abriré la puerta, por cierto mi nombre es Cristina.
Narrador: Mateo entra en la casa, y se dirigen a la cocina, de pronto Mateo coge un cuchillo sin que Cristina lo vea.
Cristina: ¿Quieres algo de beber?
Mateo: Si, un vaso de agua estará bien.
Narrador: Cristina se gira para coger el vaso, y Mateo aprovecha y le clava el chuchillo por el corazón. Cristina a lo fondo escucha como si alguien la llamara. De pronto empieza a abrir los ojos.
Mujer: ¿Cristina porque gritabas? ¿Otra pesadilla?
Cristina: Si, eso parece mama, perdón por asustarte.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta y en ese momento intuye que algo malo sucederá. Pensó que a lo mejor era el viento, pero no era así, miró por la ventana y vio que no hacia viento, las ramas de los arboles estaban paralizadas como si se hubiera parado el tiempo. Después de mucho insistir los golpes de la puerta pararon de golpe. Después de formularse tantas preguntas decidió abrir la puerta. Ilusión, miedo, sorpresa todo le sucedía mientas abría la puerta, pero por desgracia no había nadie solo un pajarito amarillo y blanco que picoteaba la puerta.
ResponEliminaLa mujer se quedó con el pájaro y salía a dar vueltas y a mujer no estaba tan sola. Pero un día el pájaro no volvía, la mujer estaba preocupada pero al fin una hora más tarde llego pero no llego solo, llego con una persona... esa persona era un chico pequeño con las mejillas rojas y muerto de hambre. La mujer le dijo que entrase en casa que ella tenía comida. Por mala suerte el niño estaba muy mal y se desplomó al suelo. La mujer supo que debía hacer mucho que no comía así que lo puso en una cama y en la frente le puso un pañuelo blanco con agua, el niño abrió los ojos y la mujer le dio sopa. Ese niño como ella estaban solos en el mundo por mala suerte pero la mujer no entendía porque lo estaba, todo era muy extraño. De golpe después de dejar al niño dormir sintió un ruido muy fuerte, no sabía de donde procedía, pero no paraba. Todo se volvió negro oscuro como el carbón y después se hizo la luz. Estaba en una habitación, en la cama. La mujer desconcertada se levanto de la cama y miro por la ventana, no era posible, había gente, el frutero vendiendo la fruta como cada mañana, la gente que llega tarde al trabajo, todo había sido un sueño.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la Puerta. La mujer no sabe qué hacer y unos segundos después vuelven a llamar a la puerta. La mujer indecisa se levanta y se dirige a abrir la puerta. Con miedo abre la puerta y una silueta de un ser verde y bajo se le aparece delante suya.
ResponEliminaEl ser se presenta diciendo su nombre i la mujer aterrorizada y tartamudeando le dice el suyo. El ser llamado Xric le cuenta a la mujer, llamada Carmen, que viene de un planeta muy lejano, en ese planeta están en contra de la contaminación. Todo lo que hay en ese lugar está fabricado sin contaminar. Xric le cuenta a Carmen que han sido ellos los que han exterminado todos los habitantes del planeta porqué hace años se dieron cuenta que la contaminación acabaría con los habitantes de todo el mundo, así que en el planeta de Xric decidieron acabar con la Tierra antes de que la contaminación lo hiciera. Carmen tartamudeando le pregunta a Xric qué porqué a ella no le han exterminado como lo hicieron con el resto de la población. Xric le contesta que ella es la mujer que contaminan menos del planeta Tierra. Carmen no sabe qué decir. Xric le da dos opciones, una es quedarse sola en la Tierra hasta que la contaminación acabe con ella y la otra es que Xric se lleve a Carmen a su planeta para vivir allí y ayudar al rey a hacer las tareas para no contaminar.
Carmen se queda unos segundos paralizada y de repente le dice a Xric que se va a su planeta. Xric con una sonrisa en la cara la acompaña a hacer la maleta. Xric le comenta a Carmen que el viaje es un poco largo, entre una semana y dos. Pero a Carmen no le supone ningún problema y los dos cogen la bicicleta y se dirigen al aeropuerto, dónde Xric tenía el cohete aparcado.
MUERTA, VIVA NO.
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. En un primer momento se sorprende, pero también se alegra. Se le dibuja una sonrisa en la cara. Le vienen a la mente mil y un recuerdos de cuando el mundo estaba habitado, de cuando tenía amigos y amigas, de las tardes con su familia, de su gato, de su perro e incluso de aquel chico que le hacía la vida imposible. Siente nostalgia por aquella vida.
Está indecisa por descubrir quién puede ser, así que decide ir a mirar lo que puede haber detrás de la puerta. La abre y no hay nada ni nadie. Se le va su preciosa sonrisa de la cara y su rostro se vuelve más vulnerable. Esto le hace sentir aún más sola en este inmenso mundo, en esta vida, en su vida.
Se vuelve a sentar en su vieja y verde butaca. Se vuelve a repetir el mismo ruido dos veces seguidas. Esta vez, ya enfadada, va a abrir la puerta decidida. Se sorprende. ¿De dónde puede haber salido este trozo de papel que acaba de caer justo delante de la puerta? Increíble. Alucinante. No entiende nada de nada.
Decide abrirlo. Pero hace un paso atrás y no lo hace. Y así de insegura durante repetidas veces, hasta que a la de diez, se decide definitivamente. Descubre que es un escrito. Se lo lee de arriba a abajo. Pero no solo una vez, sino cuatro veces.
Intenta contener las lágrimas, pero estas la traicionan y deslizan por su desgastada piel. Por la piel que nunca ha cuidado, por el cuerpo que nunca ha arreglado, por la vida que nunca ha organizado. Y es que está sola por su culpa. No es ella la que está viva. Es todo el mundo que está vivo. Es ella la que está en un pozo oscuro en el que no ve una salida. Es ella la que debe revivir. Revivir entre los demás.
CON UN VESTIDO FLORAL
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Mira la puerta, la golpean otra vez y otra.
Sin saber que puede ser o quién puede ser, mira por la mirilla, no ve nada, nadie. Vuelve a sentarse al sillón, se apoya en el respalde, se acomoda e intenta cerrar los ojos y desconectar. Golpean, suena otra vez. No va. Se queda mirando, con la cabeza girada, con una expresión de enfado.
Al final va, abre la puerta y siente todo y nada a la vez. Siente el viento que le roza por la cara y le hace despeinar el pelo. Se quita la mecha que le cae por sobre el ojo derecho y va directamente a la boca. Cierra los ojos, deja que el viento le pase por la cara, que le levante su vestido floral.
Baja tres escalones que salen de la puerta principal de la casa, queda al miedo de una calle, pequeña y acogedora. Empieza a girar haciendo volear su vestido, siente felicidad a la vez. Se para, le cae una lágrima, con el pulgar se la quita, queda limpia. Vuelve a girar, se siente la mujer más feliz del mundo hasta que se cansa.
Sentada otra vez en el sillón se mira las manos y ve palabras apuntadas, como si algún ser se las hubiera apuntado. Agita la cabeza y piensa que todo eso es un sueño. No se las mira más.
Dormida, puede recordar aquellas imágenes, cuando su vestido voleaba, una sonrisa en la cara le aparece.
Su mente queda en blanco.
No despierta nunca más.
LA CARTA DEL DESTINO
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta.
La mujer se asusta y sale disparada hacia la puerta. Mira por uno de los agujeros y de repente ve que es una marciano, ella se hace pasar por muerta no quiere que nadie la descubra. El marciano se cansa de esperar y deja una nota:
Señorita usted es la única persona humana que vive en el planeta.
Firmado: el destino
La señorita al ver la carta se quedó paralizada durante unos segundos, pero no le dio importancia.
Al día siguiente vuelven a golpear la puerta, otra vez el marciano, la mujer se preguntó que quería y él por no esperar volvió a dejar otra carta:
Querida señorita nosotros hicimos desaparecer toda su raza...
Firmado: el destino
La señora como siempre no le dio importancia, pero cuando el siguiente día vio otra carta se extrañó y empezó a asustarse.
La carta decía...
Buenas tardes ya sé que existes y sé que también te has leído todas mis cartas pero eso no importa, nada más queremos darte las gracias porque eres la elegida para ser nuestra capitana y que de aquí dos días todo volverá a ser igual. Nos has demostrado que podemos confiar en ti.
Gracias: el destino
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta, pero ella no le da importancia; se escuchan golpes más fuertes, pero sigue sin inmutarse; y se escuchan otra vez, y otra, y otra...
ResponEliminaLa verdad es que no le da igual quien haya detrás de la puerta, la verdad es que le da miedo, teme al exterior. Detrás de la puerta está el cruel mundo que la ha dejado sola; están todos sus compañeros, amigos y conocidos; muertos, pero están. La realidad la espera y la quiere engullir, pero ella se niega a aceptarlo, nadie ha llamado a la puerta, nadie la quiere ya, están todos muertos. Vuelve a escuchar golpes y, aun que en realidad sabe que solo es su imaginación, se siente ansiosa por abrir la puerta.
No la abre, sabe que al hacerlo se convertirá en una más del mundo de afuera, se convertirá en un “muerto” más dentro de la sociedad que la rodea, la muerte es quien la espera detrás de la puerta, la muerte de sus principios, la muerte de su alma y la muerte de su personalidad.
EL REENCUENTRO
ResponEliminaUna mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
- ¿Si? ¿Quién hay allí?
Vuelven a golpear a la puerta. La mujer se levanta y va a ver quién hay. Abre la puerta y no encuentra a nadie allí. En cuando va a cerrar la puerta para ir a sentarse la puerta de la cocina se cierra sola, la mujer no vio cómo se cerraba, y volvió a su sitio otra vez. En cuando volvieron a golpear a la puerta la mujer se enfadó tanto que salió de la casa. Rodeó la casa para ver si había alguien por allí, pero en cuando volvió a la puerta la encontró cerrada allí fue cuando se asustó de verdad. Con las llaves a casa y la puerta cerrada, se encontró con una sombra, una sombra que parecía humana. La mujer se emocionó en ver que no era la única persona que había todo y que aún no sabía si era una persona o no. Giró toda la cabeza para ver si podría ver a la sombra que vio. Después de tanto buscar y de no encontrar a nadie se cansó que se fue a sentar a la pared de a fuera de su casa. Se levantó y encontró la puerta abierta y se encontró a su hombre estaba tan contenta que no quería hablar solo lo abrazaba y no decía nada, cuando pasó una semana se preguntó que qué estaba haciendo para que no se muriese como las otras personas. Él le explico que estaba de camino al trabajo cuando vio toda la gente caía al suelo sin motivo y dijo que se escapó corriendo a casa otra vez.
Piensa durante unos instantes que hará, pero finalmente decide abrir la puerta lentamente y armada con un simple palo de escoba. No hay nadie. Piensa que podría haber sido su imaginación, aun así, decide salir y buscar por los alrededores preguntando en vano si realmente hay alguien más.
ResponEliminaSe hace de noche y ella, exhausta, decide volver a su casa ya que nadie ha dado señales de vida, en su expedición, sólo ha encontrado cadáveres, no ha habido ni un ruido, la ciudad estaba inmersa en un silencio sepulcral, cosa que la asustaba.
Al día siguiente decide coger el coche e ir a explorar los pueblos vecinos en busca de alguien con vida, pero no hay suerte; y se sienta en una acera ahogada en un mar de lágrimas y pensando en sus seres queridos, de los cuales aún no había asimilado la muerte ya que este caos se había producido pocos días antes; y lo recuerda, recuerda como en tan poco tiempo había perdido a tantos por culpa de un destello enorme, lo que le pareció un chasquido de los dioses que los castigaban por todos sus pecados, lo que ella no sabía era porque a ella no se la habían llevado también ni tampoco sabía si era la única que no había recibido este castigo divino.
Sumergida en sus pensamientos no se dio cuenta de la tormenta que se avecinaba y tan pronto como le cayó la primera gota empezó a correr hacia el coche y no quitó el pie del acelerador hasta que llegó a su casa, tuvo que darse prisa porque desde que este caos empezó habían ocurrido muchos desastres naturales tales como tormentas de gran magnitud o inundaciones.
Esa misma noche la pasó en vela acompañada tan sólo por un quinqué y su libro favorito, pensando que así podría sacar de su mente los recuerdos que la atormentaban, pero no fue así.
La chica vio como por el horizonte emergían destellos de luz indicando la llegada de la mañana y después de mucho reflexionar tomó una decisión; no podía soportarlo más, y para remediarlo bajó a la cocina cogió un cuchillo y empuñándolo con fuerza lo clavó en su corazón, acabando así con su vida y acompañándola en su lecho de muerte un retrato familiar y, como de costumbre su libro favorito, ahora impregnado sangre y lágrimas.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
ResponEliminaOtra vez la misma pesadilla. No puede ser, ni una maldita noche tranquila. Se despierta llorando y con el corazón que le sale del pecho, se dirige hacia el baño y se lava la cara.
Intenta no pensar en nada y vuelve a la cama. Desde la pérdida de su marido no ha parado de tener esta pesadilla. Se siente agotada, casanda de esta complicada situación en la que se encuentra; pero por encima de todo se siente muy sola. La vida le ha arrebatado esa pizca de felicidad que tenía, dejándole un vacío en el pecho que intenta rellenar de vicio.
Finalmente decide que lo único que puede hacer es acabar con todo este dolor. Toma una pistola, y se pega un tiro en la sien. Fin del relato, y del dolor.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
ResponEliminaEsta mujer de golpe deja de escribir, ya que era lo único que podía hacer para pasar el rato, ya que no tenía electricidad y se quedó inmóvil durante unos segundos. Fue atemorizada a la puerta, con la escopeta ya cargada y no vio nada. De golpe, se escuchan a dos gatos pelear en la cocina, va corriendo a ver que hay, pero no había nada. La mujer estaba aterrorizada, se estaba volviendo loca. La puerta seguía abierta y la mujer escucha el claxon de un coche que se acercaba a toda velocidad, la mujer salió corriendo a la calle pero estaba todo silencioso y sin vida como siempre. La mujer atemorizada y desesperada, soltó un grito y se pegó un tiro.
Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Ella sorprendida, coge un bate de béisbol como precaución y se dirige a la puerta. El corazón le late con fuerza, y el pulso se le acelera, nerviosa abre la puerta y para su sorpresa se encuentra a un pequeño felino. Le abrió la puerta y le dio un trozo de pan y leche para que comiera un poco, había de tratar bien a su única compañía. La chica estaba desconcertada, sin saber dónde ir ni que hacer. Las noches se hacían duras horas de reflexión sobre cómo ha podido ser la única sobreviviente en toda la tragedia. Recuerda con claridad el 3 de Mayo de 2060, ese fue el último día, donde la rutina i la tranquilidad predominaba en la ciudad de Persa. Se levantó con prisa, mucha prisa porque Angy el robot que tenía como criada no tenía suficiente batería y no le pudo avisar de que llegaría tarde a su nuevo trabajo pero sinceramente la idea de ir tampoco la entusiasmaba mucho, el hecho de ser vigilante de las vías de transito no le gustaba mucho. Desde que introdujeron a Blap en el mercado de los vehículos el año 2055 ha sido una gran revolución. Justamente estaba en su nave aeronáutica preparado las micro capsulas de comida cuando oyó una grande explosión que le hico reaccionar como cualquier ciudadano, se fue a la cámara de seguridad y se encerró. Al cabo de 8 horas solares pararon las explosiones. Fueron ocho horas largas, duras y agotadoras. Se preguntó si alguien más habrá hecho lo mismo que ella.
ResponEliminaPor la noche estaba en el sofá contemplando la aterradora imagen de todas las naves destrozadas, todo estaba desierto y no había señales de vida. De repente el gato se fue y ella lo siguió. Lo codujo a un pequeño agujero de la azotea de su nave. El gato se introdujo y desapareció, ella lo cridaba sin obtener ni un solo ruido excepto su propia voz. Indecisa se introdujo en ese pequeño agujero.
Pero eso, eso ya es otra aventura…